Maite Gurrutxaga : "El ilustrador debe llegar al lector pero siempre sin dejar de ser uno mismo"

El centro cultural de Aiete, en su empeño por difundir de forma íntima y cercana el trabajo de los ilustradores, acoge una muestra sobre Maite Gurrutxaga, una ilustradora que ha engalanado con sus dibujos narraciones de Mariasun Landa, Juan Kruz Igerabide, Karlos Linazasoro y Mayi Arizti, entre otros, y que además ganó el premio Etxepare junto a su hermano Mikel Gurrutxaga en 2009 gracias al álbum Alex nire laguna.

¿Cómo empezó en el mundo de la ilustración?

Yo soy una de esas personas que no dejó de dibujar cuando empezó a hacerse mayor. No dudé en hacer el bachiller artístico y después estudié Bellas Artes en Bilbao. Allí fue donde conocí el mundo de la ilustración, y descubrí que ese era el camino que de verdad me interesaba. Por eso, cuando terminé la carrera fui a Barcelona a estudiar ilustración en la Escola de la Dona. Así empezó todo.

¿De pequeña leía libros del estilo de los que ilustra ahora?¿Se fijaba en las ilustraciones?

Recuerdo algunos libros que quería mucho, y sí, me fijaba en las ilustraciones. Había uno que me gustaba mucho, Ernesto y Celestina, y que ahora, con una visión más analítica, sigo queriendo y admirando.

Ahora que trabaja de forma profesional en ello, ¿tiene algún ilustrador de referencia?

Intento seguir el trabajo de otros ilustradores, tanto los del País Vasco como los de fuera. Creo que es importante conocer el trabajo y la trayectoria de otros profesionales, porque es una buena manera de ver la situación de la profesión y de las editoriales. Hay muchísimos ilustradores que admiro, y en cada uno veo diferentes cosas, pero no hay ninguno que me guste más que los demás.

Además de dedicarse a ilustrar libros y discos, ¿sigue manteniendo la afición por la pintura en otros ámbitos?

La afición por el arte está ahí, pero soy una mera espectadora, nada más. Dejé los cuadros de lado hace muchísimo tiempo. Me siento mucho más cómoda en el soporte del papel y en el mundo de la ilustración, es lo que realmente quiero hacer, y todo lo demás lo tengo abandonado.



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