La solemnidad no vive con Isol


Isol se pone la mano en el pecho y dice que se emociona, que le da ternura. Está frente al espacio más artesanal e interactivo de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bologna y este lugar es el que más la conmueve: un paredón de post-it coloridos, vistosos, preciosos. “Acá vienen muchísimos ilustradores, diseñan tarjetas, posters y los pegan. 

Con la ilusión de que los editores vean lo que hacen y se lleven un pedacito de sus obras con sus datos para que después los llamen”, cuenta Isol, que vino a presentar la versión italiana de cuatro de sus libros y aceptó la propuesta de recorrer la feria –la más importante en el mundo literario dedicado a los chicos– con Ñ. “Vienen con sus valijitas, bajan del tren de todas partes. Para mí siempre es muy emocionante ver esos sueños, esas expectativas. Recuerdo cuando yo empecé y sentía eso de estar en un lugar donde a todos les gusta lo mismo que a mí: los libros, dibujar y contar historias. Para un ilustrador, este lugar es la Meca.” Aquí, en la feria que todos los años se realiza en marzo –esta vez entre el 24 y el 27–, se compran y venden los copyright de las obras más cotizadas, se descubren talentos, se reeditan clásicos. 

En esta 51a edición que visitaron más de treinta mil personas participaron 1.200 expositores de setenta y cuatro países, incluida la Antártida. Sobre el final, se conoció el nombre de la ganadora del premio Lindgren 2014: Barbro Lindgren, una autora sueca de 77 años, dueña de una producción innovadora y poliédrica para niños y adolescentes. El premio son unos 450 mil euros y la entrega será en Estocolmo el 2 de junio.

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