Hace ya tiempo que el libro ilustrado parece vivir una edad de oro, y no sólo porque el público lo demande y haya normalizado el consumo de un género que hace algunos años parecía definitivamente relegado al olvido.
Los estantes de las librerías están llenos de obras primorosamente editadas y hay una cantidad sorprendente de nuevos talentos capaces de complementar y ampliar la vivencia del texto mediante el uso sugerente de la imagen, aportando perspectivas inusitadas, interpretaciones renovadas, estéticas que multiplican los efectos de la lectura. Ése es uno de los principales atractivos del libro ilustrado y también uno de los mayores desafíos: la cantidad de relecturas gráficas —tan disímiles entre sí— a las que una obra literaria puede dar pie sin que por el ello el ilustrador traicione en ningún momento el espíritu del texto.
El diálogo que se establece entonces entre escritor e ilustrador (a menudo separados ya no por la geografía, sino por los abismos del tiempo, de las épocas) puede resultar apasionante y fructífero, como demuestran en esta exposición los magníficos trabajos del mexicano Gabriel Pacheco, el argentino Jorge González y la chilena Alejandra Acosta, que acompañan las obras de Rudyard Kipling, Fiódor Dostoievski y Angela Carter, respectivamente, y que hablan muy a las claras del altísimo nivel de la ilustración en
Latinoamérica.
En Sexto Piso, donde contamos con una colección enteramente dedicada al libro ilustrado, apostamos desde siempre por la literatura de calidad y buscamos que las ilustraciones que acompañen a esos textos clásicos estén en consonancia con el nivel de excelencia y ambición artística de las obras seleccionadas; buscamos, en definitiva, que el protagonismo sea compartido entre el narrador y el ilustrador.
Y también queremos reivindicar el libro ilustrado como un objeto de pleno derecho para los adultos, que no se identifique exclusivamente con el lector juvenil o infantil. Con aportaciones de primer orden como las de los ilustradores que presentamos en esta exposición, podemos afirmar orgullosos que andamos sin duda por el buen camino.
Fuente: Club Cultura
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