Necesitamos matar al dragón, vencer al lobo y ser princesas que liberan a príncipes en apuros. El dragón simboliza lo que no nos gusta de nosotros, los defectos que nos avergüenzan y torturan. El fiero lobo representa a las personas malas, esas que ahora se llaman tóxicas, que nos acechan en algún momento de nuestras vidas y a las que hay que saber identificar y esquivar. Una heroína que ayuda a un príncipe durmiente encarna la liberación femenina y la independencia emocional.
Todos nos podemos identificar con uno de estos personajes de cuento infantil si analizamos nuestros problemas emocionales. Es sencillo interiorizar sus valores, su simbolismo, y sentir que ese protagonista de una historia fantástica que nos devuelve a la infancia se asemeja mucho a nuestra versión adulta. Es un poder sanador que poseen las fábulas que nos contaban de niños y que la psicología ha convertido en terapia para tratar el alma herida de mayores y pequeños.
Cuentoterapia
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