Todos quieren un ‘paco roca’



Paco Roca guarda las ideas en el primer cajón de la izquierda. Las ideas se amontonan con orden sobre cualquier soporte (un billete de tren, un recorte de periódico, una libreta... ) y se agazapan entre cualquier tema (el Japón posradiactivo, la utilidad de una puerta giratoria, la industria farmacéutica o las dificultades para aparcar...). A Paco Roca (Valencia, 1969) le desbordan las ideas aunque ahora, rehén de su propia popularidad, le escasea el tiempo para trasladarlas a viñetas.
El anónimo ilustrador publicitario que era Paco Roca se convirtió en la estrella del cómic español tras la publicación en 2007 de Arrugas (más de 50.000 ejemplares vendidos en España, casi otros tantos fuera, premio Nacional de Cómic, Goya al guion adaptado por su versión cinematográfica). “Ni en el mejor de mis sueños podría pensar en estar en una situación como ésta. Vivir del mercado español y de hacer lo que quieras y al ritmo que tú quieras es un privilegio que jamás había pensado”, concede en su estudio de Valencia, un espacio luminoso abierto a una terraza interior donde conviven plantas aromáticas, hortalizas y cachivaches de su hija.



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