La apasionante relación que mantuvieron los jóvenes Buñuel, Lorca y Dalí sigue demostrándose como una fuente inagotable para la producción cultural en todos sus géneros, ahora, también el cómic.
La invención del calandino de “la Orden de Toledo”, como haría llamar con sorna al grupo de estudiantes en sus jornadas de juerga y diversión por la ciudad -una peculiar orden guiada por normas propias-, es el guante que toman el guionista Javierre y el dibujante Juanfran Cabrera para la creación de "Los caballeros de la Orden de Toledo". Se trata de una novela gráfica que parte de las biografías entrelazadas de los personajes y del momento histórico, para trazar una aventura ficticia de acción, intriga y humor.
Influenciado por Alan Moore y las historias creadas con personajes literarios universales en su “Liga de los hombres extraordinarios”, Javierre convierte en protagonista al peculiar grupo de artistas a principios de los años 20, cuando España vivía una situación política y socialmente convulsa.
Un panorama de descrédito político, en el que surge un oasis de aperturismo y de cultura en la Institución Libre de Enseñanza, cuyo mayor baluarte es la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde coincidirán los jóvenes Federico García Lorca, Salvador Dalí, Luis Buñuel, y también el escritor oscense Pepín Bello, que acabó siendo el último testigo vivo del grupo.
En este contexto histórico se enmarca "Los caballeros de la Orden de Toledo", lanzado en cinco fascículos con el formato cómic-book, del que ya se ha publicado el primer número. Sus 32 páginas a colorsirven de presentación del marco temporal y de los protagonistas en la Residencia de Estudiantes, con un Lorca que se iniciaba en el teatro y que vive el fracaso y la incomprensión en el estreno de su primera obra,“El maleficio de la mariposa”, en el Teatro Eslava de Madrid.
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