Ilustradores de libros para niños se consideran infravalorados



Los ilustradores de libros para niños denuncian que su trabajo está infravalorado en el Reino Unido. Los medios y los propios escritores tienden a olvidarlos cuando se menciona al autor de una obra, incluso si se trata de álbumes iustrados. Charlotte Eyre recoge los testimonios de varios ilustradores en The Bookseller.

La palabra autor no debería aplicarse solo al escritor del texto, opina la escritora e ilustradora Sarah McIntyre, sino también al ilustrador: un autor escribe y el otro ilustra. Al referirse a la autoría de una obra se habla de «autores e ilustradores», una expresión que no sitúa en un plano de igualdad al escritor y al ilustrador. McIntyre también ha denunciado que en las nominaciones de la Medalla Carnegie que otorga el CILIP, uno de los más antiguos y prestigiosos galardones en el Reino Unido, no se menciona nunca al ilustrador.
Cuando se alude a un álbum ilustrado en los medios solo se menciona al escritor, y no al autor, evidencia Axel Scheffler, ilustrador de obras  como El Grúfalo. Desde su punto de vista, «el texto y las imágenes tienen la misma importancia», pero en el mejor de los casos solo se menciona al escritor. 
 
El ilustrador «escribe el texto mediante una adaptación visual», opina Simon James. No solo diseña la apariencia del libro, sino que le da un significado a través de la interpretación y la adaptación. También Ted Dewan, creador de la serie de álbumes sobre Bing Bunny, subraya la importancia de la ilustración en los álbumes y compara su trabajo con el rodaje de una película: el ilustrador es director de casting, director de fotografía, escenógrafo, editor de escenas y todos los actores. Dewan opina que es «peculiar» categorizar los álbumes ilustrados por el escritor en lugar que por el ilustrador, que es quien crea la mayor parte del mundo del libro.
 
Dewan considera que esta falta de deferencia es un fenémeno británico, puesto que en este país siempre se ha valorado más la forma escrita que la imagen. En otros países europeos, como Francia o Bélgica, los ilustradores de libros para jóvenes son muy valorados, afirma la escritora e ilustradora de origen belga An Vrombaut, a quien alguna vez le han dicho «eres demasiado mayor para dibujar».
 
El número de de galerías dedicadas a la ilustración ha crecido en los últimos años, algo positivo para Dewan, porque el hecho de que merezca la pena exhibir y vender en galerías de arte el trabajo de los ilustradores pone de manifiesto un interés creciente en él.



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