Carta de un diseñador con experiencia: «Lo que aprendí siendo diseñador»

Cira se despertó. Abrió la nevera. Nada, para variar. Tras una ducha bajó a comprar desayuno, era una de sus comidas preferidas del día. Alguien dijo: «Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo», y aunque la cita era anticuada y monárquica no le faltaba razón.

Al volver comprobó el buzón. Tenía una carta con el membrete escrito a mano. ¡Qué alegría! No solía recibir cartas de ese tipo. Tostadas con tomate, cereales, té, música tranquila de fondo y la ventana de par en par. Se dispuso a leer la carta, era de Daniel, tuvo la suerte de tenerlo de profesor en un master de Dirección de Arte que realizó hace unos años. Hace poco le habían comentado que se había jubilado, pero sabía que seguía haciendo cosas… La creatividad no se jubila.


Querida Cira,
Como ya sabrás, hace unos meses que me jubilé, como profesor claro, porque como diseñador me apetece seguir haciendo cosas, sobre todo ahora que puedo permitirme hacerlas desde la tranquilidad.

Tenía pendiente escribirte desde hace tiempo. Recuerdo con cariño todas nuestras conversaciones. La verdad es que mantengo el recuerdo entrañable de algunos de vosotros y especialmente de los debates que disfrutamos ante un café. En estos meses tranquilos he tenido tiempo de reflexionar y he estado pensando en todo lo que he aprendido, he creído que te gustaría que lo compartiese contigo.

Han sido muchos años en activo y muchas las cosas que he aprendido, o mejor dicho que sigo aprendiendo a diario. Como imaginarás estos años han estado repletos de evoluciones y cambios, hablo de evoluciones que no siempre han sido avances y de cambios que en muchas ocasiones han sido a peor.



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