“El dibujo siempre ha sido mi mejor forma de expresarme”
A mitad de su carrera de Físicas decidió seguir la que realmente era su pasión y lanzarse al mundo del diseño. “Siempre me ha gustado la comunicación pero como mejor me he expresado toda mi vida ha sido mediante el dibujo, la ilustración, el diseño”. Así lo explica Ana Mareca, nuestra responsable de diseño.
Su llegada a Stuart fue “casual, un conjunto de casualidades”, cuenta. “En mi escuela de diseño no nos dejaban elegir dónde hacer las prácticas, sino que nos las gestionaban desde allí. Una profesora le comentó a mi tutor que podía encajar en esta empresa y aquí que vine, a hacer mis prácticas obligatorias”. El resto de la historia ya se conoce, al terminar sus prácticas no pudimos dejarla escapar.
Cuando le preguntamos qué es lo que más le gusta de su trabajo como diseñadora no lo duda. “Me gusta tocar todo, desde el diseño de material publicitario, lo on y off line, la creación de una identidad completa para una marca… Y lo bueno que tiene Stuart es que como es una agencia pequeña puedo trabajar en todas esas vertientes dependiendo del cliente”, asegura. Además “algo que también me encanta son los proyectos en los que el cliente se implica en cuerpo y alma, que son casi todos”. Ana explica que le resulta muy gratificante “dar todo de ti cuando ves que el cliente también lo da, te pasa ideas, materiales, te cuenta lo que quiere, lo que espera de ti, su idea de lo que debe transmitir… Y luego el resultado del trabajo es increíble, ya que hemos contribuido al máximo las dos partes”.
Sin embargo, también hay cosas menos buenas en este trabajo, como en todos. “Personalmente, lo que menos me gusta son los periodos de presión, de exigencia sin tiempo o recursos… En ocasiones nos piden proyectos atropellados y no me gusta no poder madurar una idea con detalles tal y como suelo trabajar cada proyecto por pequeño o grande que sea”.
Además, Ana es la ilustradora del libro La Semilla de la Abuelita, de Sarvajna Devi. Dirigido a niños, aborda temas como la pérdida de un abuelo. La elección de Mareca como ilustradora de la obra también fue casual “Fui al salón del cómic de Barcelona y volví en coche con el amigo de un amigo al que no conocía de nada. Charlando durante el viaje le conté que era diseñadora y me habló de Sarvajna, ella estaba buscando quien ilustrase su libro, pero no le convencían las opciones que tenía y me puso en contacto con ella”. Así fue como se conocieron las creadoras de la obra y la elección de Ana como ilustradora fue de lo más curiosa. ”Sarvajna tiró al suelo diferentes dibujos y les preguntó sus hijos que cuál les gustaba más, los niños escogieron el mío”. Una de los beneficios que ello trajo a la ilustradora fue tener que adoptar una manera estricta de planificarse. “Fue mi primer proyecto de gran envergadura e hizo que tuviese que pasar de ser una sprinter a una corredora de fondo”.
Respecto a sus máximas aspiraciones, Ana Mareca también lo tiene claro: “Me gustaría ser directora de arte de Pixar. Si no, llegar a ser una diseñadora de ese calibre”.
Fuente: Stuart Studio
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