El centro ofrece más de 15.000 títulos, entre libros, películas, cómics y videojuegos.
Diseño, color y tecnología se dan la mano en Cubit. Michaela Hertel lo presentó ayer..CARLOS MONCíNLa biblioteca del siglo XXI ya está aquí. Se llama Cubit, se ubica en la antigua azucarera del Arrabal (calle Mas de las Matas, 20) tiene 1.000 metros cuadrados y es la primera de España diseñada y orientada para los jóvenes. Con una estética moderna y una apuesta firme por el diseño -muchas estancias tienen una estética de pabellón Expo-, Cubit busca convertirse en un centro cultural de referencia en Zaragoza, España y Europa. Que lo consiga dependerá básicamente de dos factores: que disponga a partir de ahora de suficiente presupuesto para organizar actividades culturales específicas para jóvenes y, sobre todo, que no pierda el espíritu y la filosofía con los que ha echado a andar.
Porque lo que diferencia a Cubit de cualquier otra biblioteca es precisamente eso, el espíritu. Y quizá quien mejor lo definía era la directora de la fundación Bertelsmann, Michaela Hertel, cuando en la víspera de la inauguración reflexionaba en voz alta: "No pasa nada si un libro tiene una mancha de café. Lo que es verdaderamente malo para un libro es que esté inmaculado en la estantería, sin que nadie lo lea". Así, Cubit huye del ambiente casi sacralizado que impera aún en muchas bibliotecas españolas. En Cubit se hablará, se escuchará música, se navegará en Internet y, sobre todo, se dará respuesta a las necesidades de información de los jóvenes.
Si alguien quiere utilizar Cubit como sala de estudio se va a desilusionar, porque la idea es que haya ruido, que la gente hable, que el movimiento y la comunicación sean continuos. Los mayores de 25 años podrán acceder al centro y utilizar sus servicios, por supuesto, aunque podrían encontrarse con que algunas de sus necesidades no se satisfacen. Y los niños menores de 13 años tampoco pueden esperar mucho del centro.
De Cubit se empezó a hablar en 2005 y, en lo arquitectónico, es un cubo que quiere evocar el volumen de un azucarillo inmerso en la antigua azucarera del Arrabal. Paredes y techos están fabricados en vidrios y plásticos de colores. En la planta calle se ubican los servicios de atención al público y el servicio de préstamo de obras. De los 15.000 títulos con los que inicia su andadura, la mitad son libros impresos. Del resto, el 20% son películas, otro 20% son discos y el 10 % restante videojuegos. Estos últimos se ubican en la primera planta, donde también están varios puestos de acceso público a internet (en todo Cubit hay más de 50 ordenadores a disposición del público). En la segunda planta se encuentra la hemeroteca digital, los fondos de cómic y un espacio para proyecciones. Y en la última planta existe un espacio polivalente, donde se realizarán actividades culturales de todo tipo. Ayer Alberto Gamón impartió un taller de creatividad; hoy un dj pinchará música.
El centro lo dirige Mari Cruz Acín y tiene una plantilla reducida: una bibliotecaria, un técnico y seis auxiliares. El lunes estará ya en pleno funcionamiento, pero en horario de verano (de 9.00 a 14.00). El resto del año permanecerá abierto de 9.00 a 21.00, a excepción de los sábados, que cerrará a las 14.00.
Cubit es la cuarta biblioteca para jóvenes que abre Bertelsmann, después de las de Dresde (Alemania) y Wroclaw y Olstzyn (Polonia). Ha sido posible gracias a la fundación (400.000 euros), CAI (600.000) y Ayuntamiento de Zaragoza (700.000).
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