María Jesús Gil: “En los buenos tiempos, un título cualquiera del Barco de vapor solía vender 20.000 ejemplares al año”


María Jesús Gil fue directora literaria de SM, editora de la saga “Crepúsculo” y presidente del jurado internacional del Premio Andersen.
Todos los niños españoles han leído algún título de El Barco de Vapor, la única colección cuyo nombre es más conocido que la editorial que la publica. Hubo un tiempo en que libro infantil y barco de vapor llegaron a significar lo mismo. Esta colección, al igual que Gran Angular, su gemela para la edad juvenil, cumplen cuatro décadas. María Jesús Gil, ya retirada del mundo editorial, fue su directora durante quince años; después pasó por Alfaguara, donde contrató la saga “Crepúsculo” y ha sido presidenta del jurado del premio Hans Christian Andersen, considerado el Nobel infantil.
Tanto El Barco de Vapor, cuyo nombre es un guiño al Mississippi de Tom Sawyer, como Gran Angular pertenecen a SM, una editorial de libros de texto, que surge en los años treinta en Vitoria, crece en los sesenta y setenta, y a finales de esa década se plantea publicar literatura infantil y juvenil. Será Mario González Simancas, marianista y ex director del colegio El Pilar de Madrid, el encargado de este nuevo proyecto, y lo hace casi al mismo tiempo en el que en Santillana se está gestando la colección Alfaguara Juvenil, muy influida por la literatura alemana.
También Simancas mira a Alemania y permanece unos meses en la Biblioteca Internacional de Múnich, la más importante en libros infantiles del mundo, para aprender y familiarizarse con las nuevas tendencias narrativas. Ayudado por Manuel Barbadillo, que será su sucesor, Teodoro Larriba y González Balado, lanzan en 1978 la colección Gran Angular, destinada a jóvenes de 14 a 18 años, y poco después, El Barco de Vapor.  Paralelamente a estas colecciones se crean los premios respectivos, que quedarán desiertos los dos primeros años en juvenil, hasta que lo obtieneJordi Sierra i Fabra con El cazado. El primer “Barco” recaería enConsuelo Armijo, con El Pampinolas, y al año siguiente Juan Muñoz lo gana con Fray Perico y su borrico, el mayor superventas de la literatura infantil española.
El éxito de las colecciones es inmediato. Seis años después empiezan a tener eco en la Feria de Bolonia y a venderse los derechos de algunos de sus títulos. Su presencia internacional empieza a reconocerse. Y es aquí donde aparece María Jesús Gil, quien dirigirá ambas colecciones en su época de crecimiento y esplendor, una figura internacional, que ha formado parte del Comité Ejecutivo del IBBY (International Board on Books for Young People) y ha sido miembro del jurado del Premio Andersen en dos ediciones y en otras dos presidenta del mismo. María Jesús Gil es, junto a Reina Duarte, uno de las editoras españolas mejor relacionadas y más reconocidas en el mundo. Sin embargo, llegó a la literatura infantil casi de casualidad. Así lo comenta.
Gracias a la Revista Babar por el enlace :)

Comentarios