Con una tremenda desilusión, tristeza y desesperanza estamos intentando asimilar la descorazonadora noticia.
El Museo ABC del dibujo y de la Ilustración de Madrid cierra por decisión del grupo Vocento. Las exposiciones temporales se realizarán a partir de este año en otros espacios, la colección pasará al Centro Cultural Conde Duque, se reduce su plantilla a la mitad y cerrarán las puertas de su edificio, con la posibilidad de que quede abierta una sola sala.Es incomprensible que, tras haber conseguido la creación de una entidad única en su género en el mundo, con una gestión inigualable, ampliada más allá del típico quehacer museístico, se eche el cierre por una circunstancia temporal que entendemos es difícil, pero no permanente.
El Museo ABC era una rareza y su desaparición es una catástrofe cultural.
¿Qué más Museos hay de ilustración y cómic en España? ¿Qué más Museos, públicos o privados, cuentan en la actualidad con más de 150.000 dibujos originales de ilustración de prensa del primer tercio del siglo XX? ¿Qué más instituciones públicas o privadas contribuyen a dar a conocer el oficio del ilustrador a la sociedad?
Ninguna.
Si bien es cierto que sus orígenes son cuestionables -la colección del ABC es fruto de la apropiación (legítima en su momento) de la obra original de sus ilustradores por parte de su fundador, Luca de Tena- sabemos que, afortunadamente, tales circunstancias no se volverán a repetir jamás. La ley actual contempla la devolución de los originales a sus autores. Sin embargo, a pesar del pecado original, debemos poner en valor que el Museo ABC: es la única institución del Estado Español que se ha comprometido en la conservación y divulgación de la ilustración.
Desde APIM podemos asegurar que la búsqueda de una entidad que asuma el cuidado del legado de un ilustrador/a es desoladora. Las instituciones no quieren comprometerse en la creación de ningún Museo ni de Colecciones y los años pasan mientras nuestro patrimonio artístico continúa desapareciendo y cayendo en el olvido.
La cualidad que hace único a este Museo no es solo su contenido, también es la visibilidad que en estos años ha dado a los artistas gráficos históricos y contemporáneos con la continuada exposición de cada uno de ellos, y no solo en Madrid sino en todos los lugares donde se han podido trasladar dichas exposiciones. Este era su fundamental cometido, y no solamente lo consiguieron, además su directora, Inma Corcho, supo dar el toque de actualidad combinándolo con la trascendentalidad de un grafismo más libre y experimental en otras de sus salas e incluso acercarnos diferentes visiones gráficas de otros países.
Este Museo, ha sido único también en cuanto a la divulgación imperecedera de todo este material histórico, fomentando estudios monográficos sobre los creadores de aquellos primeros años del pasado siglo; editando exquisitos y documentados libros de sus exposiciones, además de contribuir a redescubrir nuevos artistas españoles.
¿Qué va a ser de las biografías y estudios sobre la obra de todos los creadores que falta por visibilizar? ¿Qué harán los investigadores de la gráfica y plástica? ¿Qué hará la sociedad sin poder contemplar y conocer el oficio del ilustrador?
Complementando lo que podríamos considerar su objetivo fundamental, el Museo ABC ha sido un importante aliado en la organización de eventos para ilustradores como el Graf, Ilustrísima o la Gala de los Premios de Ilustración de APIM. También ha participado en eventos tan complejos y respetuosos como las “Visitas al Archivo” en las que periódicamente, un grupo reducido de socios podían ver de cerca los fondos del Museo
Con el mayor sentimiento, agradecemos al Museo ABC la buena voluntad que ha tenido para la Asociación de Profesionales de la ilustración en Madrid (APIM); acogiendo y promoviendo encuentros y charlas sobre temas profesionales sin importar la complejidad y molestias que podrían derivarse de horarios y aforo no habituales. En especial queremos dar las gracias a su directora, Inma Corcho, y por extensión a todo su equipo, que siempre se ha mostrado colaborador y comprometido con los profesionales de la ilustración.
Por último, rogamos al Grupo Vocento que reconsidere su postura, que sea consciente de la pérdida patrimonial y cultural que supone para la sociedad cerrar su Museo.
Esperamos de corazón, poder ver de nuevo sus puertas abiertas.
APIM
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