La iglesia neogótica de santa Inés, en Colonia (Alemania), vivió el domingo una jornada muy especial. El templo, que fue consagrado en 1902, fue ‘invadido’ por dos liebres gigantes que permanecerán allí por espacio de tres semanas hasta el próximo 10 de septiembre. Una instalación artística que lleva la firma del zaragozano Rogelio Olmedo Cervantes, que estuvo presente en la inauguración celebrada a mediodía.
‘Liebres en Sant Agnes’. Así se titula esta intervención cuyo montaje supervisó ‘in situ’ y en primera persona el creador aragonés. "Me estimula que la naturaleza se introduzca en un espacio reservado a la comunicación entre lo humano y lo trascendente. En todas las culturas humanas, desde la árabe a la china, pasando por la latina, la griega, la india, la persa, la africana, la australiana, la precolombina, la rusa e incluso en la pop moderna, la liebre simboliza la fertilidad, la adaptabilidad, la astucia, la agilidad y la inteligencia", explicó Olmedo mientras ultimaba los detalles en tierras germanas.
La fascinación que producen estos animales en el artista viene de lejos. "Años atrás desarrollé este grupo de liebres corriendo. Me encontraba en una situación personal complicada. Debía afrontar un gran cambio con carácter definitivo. Debía tomar un camino, para dejar de merodear sin avanzar. Me construí estas imágenes, llenas de vigor, serenidad y confianza. Cinco liebres de hierro. Cuatro de ellas componen los movimientos para un ‘loop’ de animación, la quinta es una liebre bailando sobre sus patas delanteras. Celebra la vida, su vida. Concebí estas liebres con una vocación icónica, como la paloma de Picasso o una imagen religiosa. Representan el ánimo sereno al tomar decisiones, la celebración de la vida en cada instante y la reverencia y respeto trascendental a la naturaleza", rememora.
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