La Fundación Juan March dedica una gran retrospectiva al ilustrador rumano- estadounidense, maestro del dibujo lineal y fino retratista de la identidad humana
La ilustración, el humor, el periodismo y el arte se cruzan en una tierra un poco difusa de la que Saul Steinberg (Râmnicu Sărat, Rumania, 1914-Nueva York, 1999) fue rey y soberano a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Conocido por su trabajo como ilustrador y viñetista para The New Yorker llegó a escribir que la revista era su "refugio, patria y red de seguridad"-, el encaje de Steinberg en la historia del arte en mayúsculas se ha visto diluido por su vínculo con el papel impreso, el empleo del humor como vehículo del pensamiento y el carácter casi verbal de sus ilustraciones. También por el talante camaleónico de un autor que hizo de la imitación y la falsificación importantes herramientas creativas, y que mezcló en sus dibujos retazos de todas las vanguardias artísticas de su siglo.
Fuente: march
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