El ilustrador Álvaro Ortiz nos cuenta sus influencias y sus planes futuros después de regresar de tierras noruegas.
Ha obtenido, entre otros, premios en el certamen de cómic del Injuve ( 2002 y 2003) en el de la muestra de Arte Joven de Aragón ( 2005 y 2006 ) y en el concurso de cómic de la obra social de la Caja del Mediterráneo ( 2008 y 2009).
Ha participado en varias muestras individuales y colectivas entre las que destaca la exposición “El cómic de la democracia española, 1975-2005”, muestra colectiva organizada por el Instituto Cervantes, que se ha podido ver en ciudades como Bruselas, Nueva York o Sao Paulo.
Ha trabajado para el Heraldo de Aragón, y actualmente ilustra libros de texto, cuentos infantiles, carteles para conciertos.
Y para acabar, con motivo de la exposición retrospectiva de los 10 años del certamen de cómic del Injuve, el pasado mes de Junio ha estado impartiendo unos talleres en Yaoundé, Camerún.
¿Que fue lo que te motivó a empezar en el mundo del diseño y el cómic?
De niños todos dibujamos, y yo lo único que hice fue no dejarlo nunca. Le dediqué tantas horas a ello, que a la hora de buscar algo a lo que dedicarme, no me quedó más remedio que tirar por ahí, puede ser vocación, o que no supiese hacer nada más.
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