Consejos emocionales para artistas

Últimamente veo muchas charlas o tutoriales sobre lo que hay que hacer para convertirse en un buen dibujante/ilustrador, aunque me he dado cuenta de que pocos o nadie hablan sobre algo que considero muy importante en una carrera artística, y es la implicación emocional que éstas suponen. No soy psicóloga ni nada por el estilo, pero a lo largo de los años me he dado cuenta de que en esta profesión, el manejo de las emociones pueden hacer que consigas cualquier cosa, o por el contrario, te hundas antes de comenzar.

He pasado y sigo pasando por todas ellas millones de veces, por lo que sé de lo que hablo.
En mi opinión, éstas son unas pocas de las razones por la que la gente acaba renunciando a dedicarse al mundo de la ilustración, o incluso a algunos les llevan no querer volver a dibujar en su vida.


1. Tu obra como carnet de identidad.

Si por algo nos caracterizamos la mayoría de los artistas, es por la asombrosa facilidad que tenemos para hacer de nuestro trabajo nuestra identidad personal, consciente o inconscientemente. No estoy diciendo que otras profesiones no impliquen un desafío y una realización personal, pero es indudable que para el ilustrador, su obra se convierte en una extensión de sí mismo, por lo que, si te metes con su obra, te estás metiendo directamente con él. Llamadlo ego o llamadlo como queráis, pero es algo con lo que todos los ilustradores tenemos que luchar.

A nadie le gusta que le llamen feo, o le digan que tiene dos pies izquierdos o que le falta originalidad. Por eso, mientras no separemos nuestros dibujos de nosotros mismos, será más dificil que reconozcamos sus fallos. Es mucho más fácil reconocer que has hecho un dibujo como el culo a admitir que tú mismo eres un culo. Por no decir que es mucho más fácil corregir lo primero.


Comentarios

Nokelainen ha dicho que…
Este post es genial y tiene mucha razón!!
IsraHELL ha dicho que…
Un post muy, pero que muy bueno...lo que siento es lo que dibujo y lo que dibujo es lo que pienso.