10 consejos para ser un mal diseñador

1. “Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban”

Este será tu mantra cada día que te despiertes. ¿Necesitas hacer ese logo urgente, pero no se te viene nada a la cabeza? ¿Qué tal si “adaptas” esa idea que viste y te pareció tan innovadora? Total, nadie se va a dar cuenta. El cliente no pagó lo suficiente como para merecer una idea nueva y fresca, además no verá el valor que realmente tiene. Es hora de desempolvar esos pinboards de Pinterest que tanto llevas guardando para una emergencia como esta.

2. Perseguir y atacar a cualquier otro diseñador

Como mencioné antes, es alarmante la sobrepoblación de diseñadores que existe. Por eso, es importante identificar a todos aquellos que estén cerca de ti e intentar hacerlos polvo. Comentarios destructivos sin ninguna justificación, críticas no pedidas, y sobre todo cero colaboración, es siempre lo más efectivo.

El talento o el empeño que se tenga es lo que menos importa, recuerda que cualquier “colega” es una moneda menos en tu bolsillo, y una amenaza potencial. Aquello de “hacer parte de la comunidad” es solo un engaño que crearon para que caigas en la trampa.

3. Apégate a lo que sabes

Bajo ninguna circunstancia intentes innovar, ni cambiar tu estilo o probar cosas nuevas. ¿sabes cuántos han fracasado intentando “hacer algo nuevo”? Si eres bueno (o por lo menos medianamente aceptable) ilustrando animales, apégate a eso y no intentes dibujar personas o mucho menos cambiar de técnica. Recuerda que es mejor tener algo pequeño pero seguro, que aspirar a cosas grandes y perderlo todo.

4. Sólo los débiles piden ayuda

Manifestar cualquier clase de duda o inquietud es un signo indudable de debilidad. Si estás en una clase o una conferencia y no entendiste algo, ni se te ocurra levantar la mano. Siempre guarda silencio y aparenta comprender todo a la perfección, luego podrás improvisar algo o simplemente unir los pedazos de lo poco que entendiste y sacar conclusiones. Recuerda que lo más importante es la apariencia, nunca debes manifestar dudas y mucho menos pedir ayuda.

5. Eres la herramienta del cliente

Recuerda que el cliente siempre tiene la razón (por algo te están pagando). Siempre debes limitarte a escuchar y actuar según las indicaciones de tu cliente. Proponer ideas, aconsejar y cambiar percepciones, no hace parte de tu trabajo. Tu única misión como diseñador, es ser el eslabón intermedio entre la mano del cliente y Photoshop.

6. Es mejor poco que nada

Nunca le exijas pagos a tu cliente, es él quién te da de comer y no queda bien que andes de insubordinado. Si no te puede pagar lo acordado, no lo presiones, tarde o temprano tendrás aunque sea una parte. Recuerda que siempre es mejor recibir una pequeña gota que morirte de sed.

Las necesidades del cliente están primero que las tuyas, además estás llenando tu portafolio, y si te va bien, te pueden recomendar con otros clientes potenciales. Páginas como pinchesclientes.com y clientsfromhell.net solo demuestran lo poco comprensivos e intolerantes que pueden llegar a ser algunos diseñadores con sus clientes.

7. El software lo es todo

Adobe es toda la fuente de tu talento, es el que paga las cuentas, y la razón de ser del diploma que tienes colgado en la pared. Sin una computadora, ¿de qué vivirías? las ideas no son nada si no pasaron antes por un buen retoque de Photoshop.

Lo importante no es saber aplicar los conocimientos, ni dar soluciones prácticas, si no lograr borrar esa marca de agua de la foto de stock que no quiso comprar el cliente.

8. Mientras nadie se entere…

Siempre debes poner la facilidad y rapidez por encima de la honestidad e integridad. Si te encargaron unas tarjetas de presentación y ya habías hecho unas antes para otro cliente, ¿Porqué no solo cambiar el logo y ya está? Si un cliente te pasa los archivos editables o las fotografías de su marca, ¿porqué no echar mano de ellos cuando estés en un apuro? Nunca te comprometas demasiado con ningún proyecto. Al fin y al cabo un cliente es solo uno más del montón.

9. Solo importas tú

Es verdad que existen otros diseñadores, que ponen algunos productos y servicios para tu comodidad: tipografías, acciones, plugins, código fuente, pinceles, fotografías. Ni creas que vas a desperdiciar tu dinero en ese tipo de cosas. Ese dinero es tuyo y los demás no tienen ningún derecho a cobrarte por cosas que deberían ser gratis. ¿Que es el trabajo de meses y solo te está cobrando 1 dólar? No prestes atención y corre al tiradero de vectores más cercano.

10. La moda es lo principal

Siempre debes estar atento a todas las tendencias de diseño que surgen a diario y copiarlas con toda fidelidad en lo que hagas. ¿Se usa el skeumorfismo? ¿Se usa el flat design? ¿Se usan los colores neón? A quién le importa si es lo más adecuado para esa web del gobierno municipal que estás haciendo. Si se está usando, debes seguir la corriente sin cuestionar nada. ¿Usuarios? ¿Acaso qué saben los usuarios sobre moda, tendencias y estilo?

Ser un mal diseñador, en ocasiones puede llegar a ser un trabajo agotador, pero te puedo asegurar que siguiendo al pie de la letra estos 10 pasos, puedes llegar a ser el peor diseñador que hayas imaginado ser jamás. Tan sólo cumpliendo con uno o dos puntos, estarás en camino de una carrera mediocre y poco satisfactoria.

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