Boolino entrevista a Mariona Cabassa


"Me encantan los dibujos de los niños porque tienen una inocencia (y al mismo tiempo una lógica aplastante) cuando construyen los espacios, las figuras, que me fascina."
Mariona Cabassa nace en Barcelona en 1977, cursa estudios de ilustración y diseño gráfico en la Escuela Massana de Barcelona (Premio Extraordinario 2000). En el año 2000 realiza un post-grado de ilustración y grabado en l’École des Arts Déco (Strasbourg) y otro en l’École des Beaux Arts (Marseille).
Desde 2001 ha colaborado con editoriales españolas y del extranjero. Sus trabajos aparecen habitualmente en revistas, periódicos y publicaciones del ámbito editorial y publicitario.
En 2003 fue premiada por la Asociación Profesional de Ilustradores de Catalunya (APIC) por el Cuento para contar mientras se come un huevo frito (Editorial Kalandraka) y en 2009 por Adivina adivinanza tengo un cero en la panza (Editorial Anaya).
En 2005 fue seleccionada para participar en Bolonia en la exposición y catálogo “Ilustrísimos” dedicados a la ilustración española, por medio de la Asociación de Ilustradores y del Ministerio de Cultura y para el catálogo y exposición de la “22a Mostra Internazionale d'Illustrazione per l'Infanzia” de la Fondazione Cassamarca.
Actualmente compagina su trabajo de ilustradora con el de profesora en distintas escuelas de arte y diseño de Barcelona y dirige sus propios talleres de ilustración.
Hola Mariona, ¿cómo fueron tus comienzos? ¿En qué momento decides dedicarte a la ilustración infantil?
¡Hola! Pues mis comienzos… fueron fáciles. Tuve la suerte de encontrarme con los profesores adecuados que me animaron y me “acompañaron” (por que en realidad en la Massana yo empecé diseño gráfico y fue al comenzar tercero que decidí cambiar a ilustración). Estudiando ilustración me sentí como “en casa”, fue como encontrar un par de zapatos muy cómodos.
Cuando finalicé mi post-grado en Francia y regresé a Barcelona tuve la suerte de encontrar rápidamente oportunidades y proyectos para empezar a publicar (aunque como muchos ¡lo tuve que compaginar durante un tiempo con un trabajo de camarera hasta que me pude dedicar plenamente a la ilustración!).
¿Recuerdas tus primeros pasos como lectora? ¿Qué libros marcaron tu infancia?
Recuerdo bien a autores como Roald DahlGianni RodariLewis Carrol… y libros como El pequeño NicolásMomoDonde viven los monstruos
Y no sé por qué… tradición familiar, cuando me ponía enferma y no podía ir al cole, mi abuela aparecía siempre con un montón de Tebeos de la época para mi: Mortadelo y Filemón, 13 Rue del Percebe, Súper López… Jaja ¡nada que ver con los libros que os he mencionado pero también forman parte de mi infancia!
El álbum ilustrado infantil se ha impuesto al libro tradicional, como ilustradora ¿cuál es tu concepción del género ? ¿Crees que la ilustración debe prevalecer y pesar más que el texto? ¿O piensas que sin una buena historia el libro no se sostiene?
Creo que está bien que haya variedad, álbumes y libros donde el “porcentaje” de ilustración y texto varíe. Para mi, como ilustradora, cada formato de libro es un reto diferente y hace que mi trabajo sea más variado.
Me gusta cuando puedo trabajar a plena página doble, pero también cuando me tengo que “romper los sesos” para aprovechar un pequeño espacio y aportar algo a la página desde ahí. ¡Lucirse en una doble página a veces hasta resulta más sencillo!
Ilustrar una buena historia es un lujo y obviamente hará que el álbum o libro sea muy completo si el texto y el dibujo forman un buen tándem, pero también he encontrado libros donde el ilustrador ha sabido sacar un gran partido de una… digamos “no muy buena” historia.
En el caso inverso... No sé por qué, pero me duele un poco más (cuando encuentro una gran historia con ilustraciones terribles…)
Tus ilustraciones tienen cierto aire naïf, ¿qué te inspira? ¿Cuáles son tus influencias?
Desde siempre me han gustado mucho Marc Chagall, Rousseau, los circos de Calder… algunas cosas que he encontrado en el arte popular suramericano, africano y me interesan el arte románico y egipcio por esa manera de construir tan plana. Me gustan los puntos de vista sencillos, planos y muchas veces la repetición de elementos idénticos (reconozco que en la parte digital de mi trabajo abuso del “copy-paste”)
Me encantan los dibujos de los niños porque tienen una inocencia (y al mismo tiempo una lógica aplastante) cuando construyen los espacios, las figuras, que me fascina.

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