TIFF, JPEG, GIF, PNG… ¿Por qué guardar en un formato u otro?


Habitualmente cuando guardamos un archivo gráfico, normalmente una foto, nos preguntamos cuál sería el mejor formato: TIFF, JPEG, GIF, PNG… Normalmente utilizamos aquel que por costumbre recibimos y no nos preguntamos qué hay detrás de cada sigla. Hoy pretendemos que conozcas que hay sutiles y grandes diferencias entre uno y otro formato.


1x1.trans TIFF, JPEG, GIF, PNG… ¿Por qué guardar en un formato u otro?TIFF (Tagged Image File Format). Los archivos TIFF fueron diseñados a mediados de los años 80 por la compañía Aldus –¡qué recuerdos!– para almacenar imágenes de alta resolución utilizando etiquetas, aunque ahora pertenecen a Adobe, que se fusionó con Aldus en 1994.
Lo más importante de este formato es que es un formato sin pérdida. Es decir, que podemos abrir y cerrar el documento, guardarlo tantas veces como queramos que permanecerá inalterable. También pueden comprimirse empleando varios algoritmos distintos sin perder calidad.
Otra ventaja de este formato es su implantación. Y es que los ficheros TIFF pueden ser manipulados prácticamente por cualquier aplicación de edición fotográfica o diseño del mercado. Actualmente, pueden almacenarse además con capas, no es necesario utilizar el formato PSD para ello.
1x1.trans TIFF, JPEG, GIF, PNG… ¿Por qué guardar en un formato u otro?JPEG (Joint Photographic Experts Group). Actualmente es el rey, pero no necesariamente es la mejor opción. Antes de la aparición de internet todo el mundo trabajaba en alta resolución, con lo que utilizar formatos de archivo comprimidos era casi una necesidad de transporte ya que los dispositivos no eran muy amplios en memoria.
Con la aparición de la web era necesario poder utilizar imágenes sin la pesada carga de memoria de la alta resolución para imprenta y poder transmitirlos con las exiguas conexiones de entonces.
El comité de expertos Joint Photographic Experts Group (JPEG), formado en 1986 se puso a crear el algoritmo para que esto fuera posible y en 1992 presentó el estándar para la compresión y codificación de imágenes. El gran éxito fue la liberación del algoritmo como software libre que supuso la implementación en numerosas empresas que gestionan imágenes y que por ello no debían pagar licencias o patentes.
Su funcionamiento básico es simple de entender, aunque complejo a la vez, siendo importante entenderlo para saber si nos conviene su uso o no.
Cuando hablábamos del formato TIFF decíamos que es un formato sin pérdida. Sin pérdida significa que cada uno de los píxeles que tiene una imagen se guardan cada vez exactamente como son y donde están. En el caso del formato JPEG no es así. Es un formato con pérdida.
En el formato JPEG cuando guardamos una imagen el algoritmo hace un rastreo de cada línea de píxeles y toma decisiones al respecto. Cuando encuentra en una línea dos píxeles contiguos muy parecidos en sus valores de colorimetría decide qué píxel se guardará y cuál eliminará. Cuando la imagen se abra de nuevo, aquel píxel que era muy similar al otro ya no estará y se colocará en su lugar solo otro píxel ‘inventado’ o igual al que estaba a su lado en la imagen original.



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