Ahora, investigadores del Max Planck Institute for the Science of Human History, han analizado la dentadura de una mujer que falleció hace más de 1.000 años, y cuyos restos aparecieron en un cementerio alemán. Y ha encontrado en ella más de cien partículas de pigmento ultramarino.
El hallazgo parece indicar que esa mujer podría haber sido una de las ilustradoras que crearon las miniaturas de los códices medievales. Y el hecho de que su restos estuvieran enterrados cerca de un monasterio, parece corroborar esta tesis.
Algunos documentos de la época ya hacían referencia a la existencia de ilustradoras medievales. Generalmente eran monjas o mujeres piadosas y de buena posición social, que realizaban su labor junto a los monjes. Pero no había trascendido la identidad de estas artistas ni, hasta la fecha, se habían encontrado los restos de ninguna de ellas.
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