Arte para evitar que las aves se estrellen contra las paradas del tranvía


Dos grandes vinilos, obras del ilustrador aragonés Alberto Gamón, lucen desde la semana pasada en las paradas de Juslibol para concienciar sobre el medioambiente y evitar el impacto de los pájaros que sobrevuelan la zona.

Las paradas del tranvía de Juslibol, situadas entre el campus Río Ebro y el barrio de Parque Goya, se han convertido en las más seguras para las aves de la ciudad. Y es que, desde hace unos días, dos grandes vinilos artísticos lucen sobre lo que hasta hace poco eran superficies translúcidas para evitar que los pájaros impacten contra ellas.

La iniciativa, ideada por Tranvías de Zaragoza, tiene la firma del ilustrador aragonés Alberto Gamón, que se ha encargado de diseñar las planchas que protegen las paradas. “Me comentaron que si la temática era medioambiental, mejor. En principio, la propuesta era hacer solo la parada de uno de los dos sentidos, pero presenté dos y les gustaron”, comenta el artista.

Aunque no ocurre a diario, las aves más despistadas chocan contra los cristales de las paradas con cierta frecuencia. Una imagen que desde Tranvías de Zaragoza querían evitar gracias a la eliminación de los reflejos y las transparencias de los vidrios.

“Los operarios de la limpieza que tenemos nos comunicaron que se encontraban puntualmente con pájaros muertos en los alrededores de estas paradas”, explican desde Tranvías de Zaragoza. Al parecer, algunas aves no ven los cristales y el reflejo de la luz en ciertos momentos del día les juega malas pasadas.

Pero esta no es la única función de los vinilos, ya que se instalaron el pasado 5 de junio coincidiendo con la celebración del día Mundial del Medioambiente para concienciar sobre el cuidado del entorno y recordar que el tranvía es un medio de transporte limpio y eficiente. La marquesina en sentido a Valdespartera muestra a pasajeros que suben al tranvía y que cuando bajan de los vagones del Urbos 3 salen impregnados de naturaleza. Todo ello para evocar el carácter ecológico de este medio de transporte público. La marquesina en dirección a Parque Goya muestra aves de todo tipo que acompañan al convoy en su recorrido. “Por justicia poética, uno de los vinilos tenía que contener pájaros”, considera el autor.

La tarea de elaborar los vinilos entrañó para su Gamón cierta dificultad técnica, ya que fueron muchos los factores que tuvo que tener en cuenta para que tuvieran el efecto deseado. “El dibujo no podía ser demasiado realista, porque eso les confundiría, y tampoco podía dejar superficies transparentes, por pequeñas que fueran, porque los pájaros podrían creer que caben por ahí e intentar pasar”, explica Gamón, que tuvo que instruirse sobre la problemática manual en mano. “Me proporcionaron un estudio en el que se hablaba de todas estas cosas”, señala.

Por el momento, los vinilos ‘antichoques’ de Juslibol van a tener continuidad “sine die”, aunque desde Tranvías de Zaragoza descartan que la medida se vaya a extender al resto de paradas. “Era la única en la que detectamos que esto sucedía. Quizá por estar situada en un espacio abierto y sin edificios”, comentan fuentes de la compañía.


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