Es conocido que los escritores y poetas no son, precisamente, las personas más felices de la tierra. De hecho, existen muchísimos casos en que la depresión o la ansiedad han llevado a comportamientos extremos (Virginia Woolf, Alejandra Pizarnik…); sin embargo, dentro de sus obras existen verdaderas perlas de lucidez y optimismo: un optimismo desesperado y puro. Esos destellos pueden cambiar vidas.
El proyecto nace de la acción conjunta de los médicos con asociaciones de bibliotecarios y el gobierno. Según apunta Culturamas, los médicos van a empezar a redirigir a sus pacientes de ansiedad y depresión hacia la biblioteca más cercana. Lo curioso es que la lista de recomendaciones no se limita a los clásicos libros de autoayuda, sino que incluye una buena presencia de poesía y novela.
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