Así son las calculadoras ilustradas con mujeres científicas


La empresa de electrónica Casio ha puesto a la venta 38.000 ejemplares de calculadoras ilustradas con mujeres científicas. El objetivo de la iniciativa es fomentar el interés por la ciencia entre los niños y niñas.

En ciencias, matemáticas e informática las estudiantes representan solamente el 30 %, mientras que en ingeniería son el 23 %. Estas disciplinas, reunidas bajo el acrónimo STEM, muestran una brecha de género que profesionales, profesores e investigadores luchan por romper.
El experto, que lleva nueve años trabajando con las herramientas pedagógicas de la empresa de electrónica, está a menudo en contacto directo con centros educativos. Allí fue donde se percató de que las carreras científico-técnicas son mucho más demandadas por los niños que por las niñas y decidió poner en marcha este nuevo proyecto.En 2019, Eloy Bernal, comunicador creativo de Casio, impulsó una nueva iniciativa ilustrando un lote de 38.000 calculadoras con mujeres científicas, con el objetivo de generar conversación en las aulas en torno a la igualdad, dar visibilidad a las referentes científicas y romper estereotipos.
La idea con la que germinó definitivamente en su cabeza fue la lectura de un artículo de Hannah Devlin en The Guardian sobre una física londinense, Jessica Wade, que editaba una página al día en Wikipedia para visibilizar el trabajo de científicas contemporáneas.
Bernal ha recopilado los dibujos de doce ilustradoras sobre grandes científicas que han revolucionado de alguna forma las STEM. Las artistas hicieron un trabajo de investigación para escoger a su científica favorita y llevarla a las carcasas.
“Solo influí conscientemente en dos elecciones: la de Cinta Arribas (con Donna Strickland) y la de Coco Escribano (con Jessica Wade) ya que la mayoría de las científicas seleccionadas hasta el momento ya no estaban entre nosotros y veía importante tener referentes contemporáneos”, reconoce el autor del proyecto.
El precio de las calculadoras es igual que el de las no ilustradas. “Era muy importante no cargar ni un solo euro al usuario de esta visibilización para evitar que el proyecto fuera algo elitista”, confirma Bernal. 

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