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Basada en un cuento tradicional africano, Kirikú y la bruja es una película de animación y un libro ilustrado de Michel Ocelot que cuenta la historia de un niño que sale de su aldea a enfrentarse con Karabá, la hechicera cuya maldición somete a su pueblo.
"Kirikú no es grande pero es valiente", se repite varias veces a lo largo del cuento. Algo que valdría también para la librería que con ese nombre, Kirikú y la Bruja, ha sido una referencia para la literatura infantil durante más de dos décadas no solo en Retiro sino en toda la ciudad de Madrid y que el sábado 4 de enero abrirá por última vez al público por jubilación de quien ha sido su propietaria y su alma, Ester Madroñero.
"La vida son etapas y aunque me da mucha nostalgia, toca cerrar esta", comenta la librera, que va a cumplir 65 años. "Podría haber aguantado un poco más, hasta la próxima Feria del Libro, pero al final he decidido hacerlo ahora. Al cabo de más de 21 años creo que ya me toca poder ir a una Feria del Libro a ver algo más que lo que se ve desde la caseta", bromea.
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