Hiroomi Ito en el Torreón Fortea

 

Exposición Torreón Fortea 

Hiroomi Ito

Ni sushi ni yakuza


・魚焼くや灰になりゆく秋の風

Asando pescado, se convierte en ceniza el viento de otoño.

Yosa Buson (1716-1784)

Las obras de Hiroomi Ito nos sumergen en una ensoñación de pintura Nihonga, que con sus texturas de almidón de arroz y papel de morera nos trasladan al Japón Tokugawa (1603-1868). Sin embargo, tras esa primera aproximación sensorial, resuena un eco profundo que abre una ventana al alma cultural de Japón, los platos nipones que él plasma no son solo alimentos, son sím-bolos de un país que se presenta al mundo, entre otras formas, a través de sus sabores.

El artista utiliza estos emblemas culinarios para invitar a una reflexión sobre valores antiguos y lo líquido en su coetaniedad social, sobre lo sagrado y lo profano, sobre un Japón que se posiciona fuerte-mente en la marea globalizadora. A través de la semiótica pictó-rica, el artista cuestiona la identidad, pone de relieve la anomia, y reflexiona sobre la erosión de la esencia personal y colectiva.

Cada ingrediente -té tostado, pan de oro, cedro japonés- es un susurro de su tierra natal, cargado de significado, como si en cada pincelada se debatiera entre la nostalgia y la crítica. Así, Hiroomi confronta su historia, la de su país, y nos invita a repensar el lugar de Japón en el mundo, a desmenuzar el arte como un reflejo de nuestra propia búsqueda de identidad.

Dr. Mario Malo Sanz

Comisario de la exposición


Nihonga es un estilo de pintura japonesa que surgió durante el periodo Meiji (1868-1912) como respuesta a la creciente influencia del arte occidental en Japón El término significa literalmente «pin-tura japonesa y fue creado para distinguir este estilo, que utiliza técnicas y materiales tradicionales, del estilo Yöga, que empleaba el óleo y otras técnicas occidentales.

Esta técnica utiliza pigmentos minerales naturales llamados iwae nogu, tinta sumi, y superficies como papel washi o la seda, entre otros. Los temas tradicionales incluyen paisajes, animales y esce-nas históricas, pero se representa de una manera más abstracta y simbólica en comparación con el realismo del arte occidental. La estética Nihonga enfatiza la armonía y el equilibrio en la composi-ción, evitando el uso de técnicas que imiten directamente el arte europeo,

Aunque el estilo del que hablamos se originó como un movimiento de preservación de la tradición frente a la modernización, a lo Jargo del tiempo ha absorbido influencias contemporáneas. Esto ha generado debates sobre su definición, ya que algunos artistas contemporáneos utilizan el concepto Neonihonga, usando nuevos materiales como acrílicos, difuminando con ello las fronteras entre lo tradicional y lo actual.

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